viernes, 2 de mayo de 2008

¡A La Pucha!

a: S.G.P.
Andaba,
de vicio nomás,
por caminos
ya andados antes
cuando, coincidí con él.
Un niño temeroso
de soledades
al que le salían del corazón
las palabras
queriendo saber de cosas
de las que yo no tenía
certitudes,
pero igualmente lo escuché
por todo el tiempo
en que anduvimos juntos.

El suficiente
para que la larga sombra
de su largo cuerpo
sobrepasara
la sombra del mío,
y sus pasos,
también se adelantaran.
Imaginé entonces,
que nada habría de detenerlo
en su prisa
por andar caminos hacia
el tiempo futuro.

Autor: José Luis Cuesta

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