viernes, 11 de abril de 2008

¡Derrotero !

Derrotero
“-Yo estaba enamorado, no digo que no, pero las cosas cambian, ¿sabés?
Lo que yo tenía con Anita era muy fuerte pero se terminó…- dijo muy seguro.
Yo no estaba tan convencido de lo que Nicolás me estaba diciendo.
-Hermano, te conozco, acá pasó algo raro… vos y Ana eran uno solo ¿y hoy me decís que ya está? ¿Que se fue? Decime la verdad, ¿se fue para siempre?
Que yo soy muy buen amigo, que me quiere mucho. Eso me contestó, pero de Anita ni J.
Yo a Nico lo conozco, sabía que algo raro le pasaba, pero nunca, te digo, nunca imaginé nada parecido. Y no es que no lo crea capaz. Está bien, te confieso, NUNCA lo creí capaz.
Esto te lo digo a vos, mi amor, porque sabés que siempre te voy a amar, siempre, pero cuando me enteré de lo que hizo Nicolás me agarró una furia ciega, un dolor enorme, algo que no podía contener, y esto te lo cuento hoy, y especialmente hoy, porque ya pasó un año, y yo no me había enterado de nada, todo ahora, a Mariano nadie le cuenta nada.
Quiero que sepas de lo más profundo de mi corazón, que el tiempo que pasé con vos fue y será el más hermoso de toda mi vida. Y te lo digo ahora al ladito tuyo porque ya me están viniendo a buscar, que lo que le hice a Nicolás fue justicia, pura y sana justicia de lo que pasó.
Siempre voy a rezar por vos y espero que vos por mí también, nunca, jamás te olvides de mí, y cuando desaparezca, tal vez nos encontremos allá arriba, para seguir con lo que nos fue interrumpido antes, por él y arrebatado, por él también.
Esperame, porque no quisiera encontrarte cuando todo termine y que te hayas rendido, que te hayas ido con él.
Creo que ya me están viniendo a buscar. Sabés que te amo siempre, pase lo que pase, venga lo que venga.”

Mariano dejó caer un ramo de rosas sobre la tumba de Anita, y caminó hacia el policía que lo llamaba con el índice en tope.

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