jueves, 10 de abril de 2008

Un cielo estrellado, una luna brillante ilumina a Damián, un joven de quince años, escritor (nada que ver con Nechaevsky). Se emociona escribiendo en su cuaderno de cuentos, historias de vampiros, demonios, fantasmas y hombres lobos; desde muy pequeño fue influenciado por las películas de esta área, jamás escribió un poema o una historia de amor; su vida eran las historias de terror.
Mientras su madre preparaba la comida, y su padre escuchaba la radio, Damián terminaba una historia, para adelantar el contenido de un libro que él quería hacer.
-¡Damián hijo, a comer!- lo llamaba la madre.
-¡Ya va!- respondió rápidamente Damián, mientras ponía fin en el relato que estaba haciendo en la terraza de su casa.
Mientras comía relía su cuento buscando errores. Al terminar sólo cerró su cuaderno y se fue corriendo a la pieza, para pasar su cuento a la computadora. Aquella habitación estaba llena de afiches de películas de terror, y la mayoría de hombres lobos, eran sus filmes preferidos, la leyenda del hombre lobo siempre le gustó, tanto que su perro, se llamaba lobo.
Un día le llegó una carta de una editorial, resultó ser elegido para ser parte de un libro con un cuento que él había mandado, esa carta era lo que necesitaba para seguir escribiendo, y tal vez sea la carta que cambiara el resto de su vida.
-¡Mamá!- llamaba a gritos a su madre.
-¿Qué pasa hijo?- pregunta preocupada por los gritos.-Me eligieron, van a editar mi cuento
-¡Hijo, te felicito, sabía que ibas salir adelante!- su madre lo abrazaba.-¡Le contaré a papá!- salió corriendo al patio.
En la cena discutieron el hecho de que tenía que ir a la capital a buscar un certificado y los libros que le daban de regalo. Ya que en la capital vivía una tía de él, los padres decidieron que podía ir solo, eso lo emocionó más, su primer viaje sin sus padres.Unos días antes compró ropa, y una mochila nueva.Su autobús salía a las once de la noche.En la estación...-Hijo cuídate, no te alejes de tu tía, y no salgas sin ella- le dice su madre mientras acomoda su campera de jean.-Sí mamá, no te preocupes.El micrófono anuncia la salida del autobús que debe tomar Damián.-Ése es el mío, voy a empacar las cosas.- le dice, y luego le da un beso y un abrazo a su madre.-Cuídate hijito.-Sí ma., chau papá- le estrecha la mano.-Chau hijo, suerte.-Gracias. Damián, ya está en el colectivo, y se queda pensando:“el pasaje ya está roto, mis cosas empacadas y ya empezó a andar el colectivo, ya no puedo arrepentirme”Mira por la ventanilla la luna llena, fue para el signo de buena suerte. El autobús se detuvo en un pequeño pueblo, y subieron unas cuantas personas más, entre ellos una chica, muy linda llamada Soledad, que se sentó a su lado.-Hola, dijo muy entusiasmada, mi nombre es Soledad.-Eh, mi nombre es Damián.-Hola, eh Damián.Una llama se encendió entre ellos; charlaron toda esa noche, eran muy similares, a ambos le gustaban las películas de terror.Al día siguiente Damián se acordó que esa noche habría una lluvia de estrellas, y si el día seguía despejado, sería bueno para pedirle a esa chica una cita para ir a ver una película cuando llegaran a la capital.Esa noche...-La lluvia va a comenzar en, cinco, cuatro, tres, dos, uno, y cero- dijo señalando con su dedo la ventanilla.-Es sensacional- dijo Soledad- ¿cómo sabías?-Tomé clases de astronomía como materia extra.Todos miraban asombrados las estrellas y muchos pedían deseos como:-Me gustaría ganar la lotería.-Quisiera casarme con Elisa Dushku- pidió el del asiento de atrás.Todos tenían sus deseos, normales, excepto los de Damián y Soledad.-Me gustaría ser una mujer lobo- pidió en silencio Sole.-Quisiera que los hombres fueran mis amigos y nunca me lastimaran- pensó Damián.A las doce de la noche luego de que todos pidieran un deseo se durmieron plácidamente, y por última vez por que esa noche de luna llena una fiel creyente en los lobos, se transformó en una mujer lobo.Damián se despertó bruscamente y lo primero que vio fue un lobo despedazar y devorar a sus víctimas, desde el último asiento hasta el chofer. Pero en ningún momento mordió ni miró con mala intención a Damián.Él tuvo que manejar, siguiendo el mapa del chofer, hasta que Sole se transformara de nuevo en humana.La madrugada llegó, Damián detuvo el colectivo y se fue a ver a Soledad. Ella estaba en su asiento llorando, desnuda y llena de sangre.Damián la tapó con su campera y le dio de beber su agua mineral.-Sole, ¿estás bien?Le contestó que sí moviendo la cabeza.-¿Pediste ser una mujer loba?-Sí.-O sea que se cumplieron todos los deseos.-¿Por qué seguís vivo?-Yo pedí ser amigo de los hombres lobos.-Debemos limpiar este lugar, y luego empezar a buscar la forma de romper el hechizo que pediste, o mas gente saldrá muerta.-Sí, entiendo, yo conozco la cura y vos también.-¿Cuál?-La bala de plata.-¡No!, no pienso dispararte.-Pero tendrás que hacerlo, no quiero lastimar a más gente.-Ya encontraré una solución.Luego de limpiar el colectivo con todo lo que tenían a mano, empezaron a viajar, en busca de su cura.Ellos ya se encontraban en el norte de su país, para cuando la policía encontró los cuerpos destrozados e irreconocibles a un costado de la ruta, sus padres lo daban por muerto; mientras pasaba muchos estados, de muchos países, y habló con cientos de astrólogos que sólo se burlaron de él. Aunque sólo uno los tomó en serio, les dio una solución que sería imposible: que pida que se rompa el hechizo en una lluvia de estrellas. Eso no era tan imposible excepto que, por desgracia, la próxima sería en cuatro años y según un almanaque de la computadora de un ciber, también habría luna llena, y ella transformada en lobo sería imposible hacerla pedir el deseo.Sólo les quedaba una solución, que a él le dolía admitir, porque en las semanas que llevaban juntos se dio cuenta que sería la única mujer que encontraría que le gustaran las mismas cosas que a él, la única solución que quedaba era la bala de plata.-Tendrás que hacerlo aunque te duela- le dijo Sole, como adivinando lo que él pensaba,Pararon en un pueblo, y él se bajó en una armería, para pedir que con su cruz de plata le armaran una bala.Mientras esperaba, miraba el autobús y pensaba en Soledad. La noche lo encontró en aquella armería, y viendo el cielo con sus luminosas estrellas, se echó a llorar.-Cómo desearía que ella fuera una mujer normal, no quiero separarme de ella.Y en el momento en que él pensó eso, pasó una estrella fugaz y le cumplió, pero él no lo supo. Cuando terminaron su bala, se dirigió al colectivo y le disparó en la cabeza luego de besarla como despedida.Quiso enterrarla él mismo, la llevó a un costado de la ruta y esa noche con luna llena la enterró.Mientras caminaba hacia el autobús se volteó y admiró la luna llena; en ese momento se dio cuenta que había matado a la mujer que amaba, y que esa noche ella había dejado de ser lobo, pero él nunca miró la luna, jamás.Una patrulla lo arrestó en la ruta, y desde ese momento en su habitación de la cárcel, se esconde de esa luna traicionera, escribe el libro más tenebroso para él, su propia historia.