En una morgue de Buenos Aires, un forense examinaba un cuerpo.
De repente el cuerpo reaccionó y tal fue su terror que cayó desmayado en el suelo.
Al día siguiente sus compañeros lo encontraron, lo hicieron volver en sí y le preguntaron qué hacía allí; si la sala estaba vacía.
Él constató que esto era cierto y les contestó: "Anoche vine por unos papeles y debo haberme quedado dormido".
Luego se retiró y desde ese momento nadie lo ha vuelto a ver... .
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